La Red solidaria internacional de los Agustinos Recoletos sigue adelante con el apadrinamiento de niños
Fray Ángel Herrán | Los días 12 y 14 de junio se llevó a cabo con todas las medidas de bioseguridad impuestas por la pandemia la segunda entrega de alimentos a las 158 familias que tienen niños o adolescentes apadrinados tanto de España (134), la gran mayoría, como de los padrinos de Perú (24).
Una vez reunidos en la explanada del atrio de la parroquia, en círculo, con previa separación unos de otros, el presidente de ARCORES hizo la oración bendiciendo a Dios que nos daba un día tan radiante de sol y con una belleza que se muestra en el verdor de la naturaleza y oramos por todos los padrinos que generosamente contribuyen cada mes, o cada tres meses, según lo que ellos mismos deciden con su aportación económica para los ahijados.
Después de eso pasaron al almacén de ARCORES Perú por la puerta principal, pisando en la bandeja del piso que contenía lejía, recibiendo una aspersión de alcohol en las manos que les daba una voluntaria y llevando en sus manos la carta abierta, junto con la fotografía de sus hijos. Esta fotografía muestra a los padrinos lo que han crecido en un año sus ahijados.
Después de ser anotados en el registro por otra voluntaria dejaban su carta con la fotografía y recibían la bolsa grande de 16 kilos de alimentos y un bidón de aceite que contiene 5 litros. Con esta carga salían por la puerta grande del almacén, agradeciendo la donación que les dábamos.
La particularidad de esta entrega es que ya la gran mayoría viene en los dos días señalados para la entrega, aunque algunos viven a dos o tres horas de distancia. Ello se debe a que al fin del año anterior se les hace entrega de una constancia donde figuran las fechas que deben presentarse al año siguiente a recibir los alimentos. También contribuye mucho el que, durante los tres días anteriores al reparto, por medio de Santa Mónica Radio, se lo hacemos conocer a través de los comunicados.
Aún nos falta conseguir que escriban bien las cartas, pero eso es algo que ni los niños ni los padres, muchos de ellos analfabetos, han aprendido en la escuela o colegio. Pero ahora que sólo tienen clases virtuales con mucha deficiencia de Internet. Pero seguiremos insistiendo en que vayan mejorando.
Sólo nos queda decir muchas gracias a todos los que bondadosamente de una y otra manera colaboran en este Proyecto “Estrella” que ilumina y llena de gozo a muchos corazones que lo están pasando muy mal por causa de la pandemia.